Hubo una vez, lo recuerdo pese a que fue hace mucho tiempo, que te dediqué otro entre tantos cuentos. Pinocho y Pepito ¿lo recuerdas?. En realidad no sé a ciencia cierta el por qué de esa semejanza, supongo que el delirio me embarga o quizás no esté muy cuerda, pero me encanta, igual que tú y tus cuentos de antes de irme a dormir. Que estupenda persona.
Y es que eres un Pepito grillo pero a lo grande, algún día te contaré otro cuento y sabrás el por qué.
Pepito grillo no era la conciencia de Pinocho no, no, ni mucho menos. Pepito era Pinocho en todo su ser, un ser en el que se ocultaba y que aprovechaba para esconder todos sus pensamientos (algunos más coherentes que otros, dicho sea) Pensamientos de los que quizás se avergonzara o quizás no. La cuestión era que no estaba mucho por la labor, la expresión oral no era su fuerte.
Pinocho no fue el niño de madera mentiroso que todos conocemos. Tampoco le crecía la nariz por cada mentira que decía, ni mucho menos quería ser un niño de verdad por dios, seamos razonables. Él, como todo niño, quería lo que no podía tener. Los niños quieren cosas. Quieren cosas, cosas que acaban teniendo y luego sin ton ni son dejan de querer. Niños…
En fin, un Pinocho diferente al de los cuentos de Disney… un pac de 2x1.
Pinocho quería ser niño por no ser diferente a los demás, aun así no quería desprenderse de su dura piel de madera. La adoraba, era más que madera, para él su escudo frente a los demás, para los demás…nada más que insignificante leña.Un escudo inigualable que le protegía y evadía de la realidad. Ella le hacía sentirse un gran Pinocho. Con ella acuestas se sentía cómodo y ligero, radiante de inspiración.
Para él,ella lo era todo.Para ella… ¿tu que crees?
Y es que eres un Pepito grillo pero a lo grande, algún día te contaré otro cuento y sabrás el por qué.
Pepito grillo no era la conciencia de Pinocho no, no, ni mucho menos. Pepito era Pinocho en todo su ser, un ser en el que se ocultaba y que aprovechaba para esconder todos sus pensamientos (algunos más coherentes que otros, dicho sea) Pensamientos de los que quizás se avergonzara o quizás no. La cuestión era que no estaba mucho por la labor, la expresión oral no era su fuerte.
Pinocho no fue el niño de madera mentiroso que todos conocemos. Tampoco le crecía la nariz por cada mentira que decía, ni mucho menos quería ser un niño de verdad por dios, seamos razonables. Él, como todo niño, quería lo que no podía tener. Los niños quieren cosas. Quieren cosas, cosas que acaban teniendo y luego sin ton ni son dejan de querer. Niños…
En fin, un Pinocho diferente al de los cuentos de Disney… un pac de 2x1.
Pinocho quería ser niño por no ser diferente a los demás, aun así no quería desprenderse de su dura piel de madera. La adoraba, era más que madera, para él su escudo frente a los demás, para los demás…nada más que insignificante leña.Un escudo inigualable que le protegía y evadía de la realidad. Ella le hacía sentirse un gran Pinocho. Con ella acuestas se sentía cómodo y ligero, radiante de inspiración.
Para él,ella lo era todo.Para ella… ¿tu que crees?
Y he ahí tu similitud con Pinocho, espero que la entiendas...
p.D: enserio¿? he indagado sin poder encontrar ninguna rana de esas... me cazarías una¿?
1 comentario:
Me gusta es doble filo, del cuento de Pinocho nunca me gusto pensar que la conciencia ers el grillo.pero tu punto de vista me gusta mucho mas, sigue asi, me encanta como escribes, cuando lo haces claro, jeje
peTons!!!
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